Salazar se Suma a Carta Bipartidista al Secretario Rubio Expresando Preocupacion por la Crisis de Seguridad en Haití

Washington, D.C. – Esta semana, la congresista Maria Elvira Salazar se unió a un grupo bipartidista de legisladores liderado por el congresista Rick McCormick (GA-7) para enviar una carta al Secretario de Estado Marco Rubio expresando su profunda preocupación ante la creciente crisis de seguridad en Haití.
Informes recientes indican que las pandillas, incluida la coalición Viv Ansanm, ahora controlan más del 85% de Puerto Príncipe y se están expandiendo rápidamente a zonas que antes se consideraban estables.
“Haití está al borde del colapso, con pandillas violentas controlando el centro de Puerto Príncipe, a pocas calles del Palacio Nacional. Es momento de que Estados Unidos asuma el liderazgo para abordar esta crisis con medidas de seguridad contundentes, que puedan detener el avance de las pandillas y restaurar la paz en Haití,” dijo la congresista Maria Elvira Salazar (FL-27).
“Estados Unidos tiene una importante responsabilidad de actuar con decisión para mitigar esta crisis humanitaria y de seguridad en Haití. Debemos reforzar las medidas de protección para nuestros ciudadanos y trabajadores humanitarios, al mismo tiempo que colaboramos con las autoridades locales para restablecer la paz y la estabilidad,” señaló el representante Rich McCormick (GA-07).
“Si no se aborda la crisis de las pandillas en Haití, corremos el riesgo de llegar a un punto sin retorno. Agradezco al representante McCormick por colaborar conmigo en este llamado bipartidista a la acción. Nuestra carta insta a la administración a presentar una estrategia clara para restablecer el orden, responsabilizar a los perpetradores, reanudar la ayuda y devolver Haití al pueblo haitiano,” declaró el representante Gregory Meeks (NY-05).
“Haití sigue enfrentando una grave crisis política, de seguridad y humanitaria que ha causado un sufrimiento humano incalculable. Para evitar que la situación empeore aún más, me uno a mis colegas de ambos partidos para instar al Departamento de Estado de EE. UU. a que responda de inmediato. Una solución a largo plazo implica combatir a las pandillas violentas y a las élites que las financian, al mismo tiempo que frenamos el flujo de armas ilegales,” dijo la representante Sheila Cherfilus-McCormick (FL-20).
“La crisis humanitaria en Haití es desgarradora y profundamente preocupante. A medida que las pandillas violentas amenazan a civiles, incluidos misioneros y trabajadores humanitarios estadounidenses, EE. UU. debe actuar rápidamente para restaurar el orden y proteger vidas. Mi distrito alberga a la segunda mayor población haitiano-estadounidense per cápita en el país, y sé cuánto dolor estas familias están sintiendo,” afirmó el representante Michael Lawler (NY-17).
“El pueblo haitiano está atrapado en un ciclo brutal de violencia a manos de pandillas despiadadas. EE. UU. debe apoyar urgentemente los esfuerzos para restaurar la estabilidad, proteger a mujeres y niñas, y defender los derechos humanos. Me comprometo a seguir colaborando con colegas de ambos partidos para equipar a las fuerzas de seguridad haitianas, proteger a los civiles, y cortar el flujo ilegal de armas estadounidenses hacia estas organizaciones criminales,” expresó la representante Debbie Wasserman Schultz (FL-25).
“La situación de seguridad en Haití se está deteriorando más rápidamente que nunca. El año pasado realicé dos misiones de rescate en Haití, repatriando a 23 estadounidenses y ayudando a reubicar a 59 niños haitianos con discapacidades en lugares seguros. Durante esas misiones, fui testigo directo de las amenazas a las que se enfrentan los estadounidenses, los haitianos y los trabajadores humanitarios, mientras las pandillas criminales ponen en peligro vidas y obstaculizan los esfuerzos de ayuda. Apoyo a mis colegas en este llamado al Secretario Rubio para que asuma un papel de liderazgo en la restauración de la estabilidad en Haití,” dijo el representante Cory Mills (FL-07).
“Los desgarradores informes que llegan desde Haití son un llamado a la acción. Las familias están siendo desplazadas de sus hogares, se saquean clínicas e iglesias, y las comunidades están siendo tomadas como rehenes por pandillas violentas. Con casi medio millón de haitiano-estadounidenses viviendo en Florida, muchos con vínculos estrechos con seres queridos aún en la isla, Estados Unidos debe actuar con urgencia para proteger a sus ciudadanos y a los trabajadores humanitarios, y apoyar al pueblo haitiano en su lucha por recuperar su país del desgobierno y la desesperación,” dijo la representante Lois Frankel (FL-22).
“La crisis humanitaria y de seguridad en Haití es devastadora. El Departamento de Estado debe actuar para fortalecer las medidas de protección y los recursos para los estadounidenses en Haití, al mismo tiempo que coordina con las autoridades haitianas y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad de la ONU para limitar el flujo de armas ilegales,” afirmó el representante Bill Keating (MA-09).
“La crisis que se vive en Haití no es solo un problema regional, es una catástrofe humanitaria que exige una respuesta internacional urgente. Las pandillas controlan ya más del 85% de Puerto Príncipe, y más de un millón de personas han sido desplazadas, muchas obligadas a elegir entre el hambre y someterse a grupos armados. La lucha de Haití no comenzó con esta ola de violencia—está arraigada en un legado de explotación extranjera, intervenciones fallidas y promesas incumplidas tras el terremoto de 2010 y el asesinato del presidente Moïse en 2021. Como nación con profundos lazos históricos con Haití, Estados Unidos tiene una obligación moral y estratégica de proteger vidas inocentes, apoyar la gobernanza democrática y ayudar a desmantelar las redes que trafican armas y caos en la región,” dijo el representante Jonathan Jackson (IL-01).
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